La ortodoncia es la especialidad de la odontología que se ocupa de diagnosticar, prevenir y corregir las malposiciones dentarias, el crecimiento de los maxilares y los trastornos masticatorios que puedan generar una maloclusión o conducir a problemas secundarios como caries, inflamación gingival, dificultad en la masticación o mala apariencia estética.
Un tratamiento de ortodoncia, por lo tanto, soluciona problemas de alineación y posición de los dientes, consigue una buena relación entre las arcadas dentarias, y así establecer una correcta función (masticación), facilitar la higiene y proporcionar una buena apariencia estética, mejorando también la armonía facial.
Unos dientes bien alineados y una adecuada mordida permiten un buen funcionamiento del mecanismo masticatorio (evitando problemas desde digestivos a trastornos del habla, molestias articulares, dolores de cabeza y oído, etc), facilita la higiene y mejora la estética bucal y facial, aumentando la confianza y autoestima.
No es doloroso, aunque hay momentos en que pueden producir algunas molestias, sobre todo los primeros días después de colocar y ajustar los aparatos. En los aparatos removibles, durante las primeras 48-72 horas se produce mucha saliva y se altera un poco el habla, pero hay una rápida y fácil adaptación. Con los aparatos fijos se pueden producir alguna llaguita que cura rápidamente. Siguiendo las indicaciones del profesional, las molestias iniciales pueden disminuirse y siempre desaparecen en cuanto la boca se habitúa.
EL tratamiento de ortodoncia se puede realizar a cualquier edad,si bien la edad adecuada para tratar las maloclusiones varía según el tipo de problema y su gravedad. Por ello es aconsejable consultar al especialista tan pronto como sea posible. La diferencia fundamental es que los niños y adolescentes aún están creciendo y el tamaño y posición de los huesos maxilares pueden modificarse durante el tratamiento, mientras que en los adultos ya no va a haber cambios en los huesos, lo que a veces condiciona las posibilidades y resultados del tratamiento; incluso en ciertos casos es necesario el tratamiento combinado con cirugía maxilofacial.
“En la ortodoncia, como en cualquier campo de la odontología, La prevención es lo más importante para evitar tratamientos más invasivos”
La ortodoncia en pacientes adultos no es sólo posible sino que, en muchos casos, es necesaria. Actualmente existen aparatos de excelente estética y comodidad que hace que el número de pacientes adultos cada vez sea mayor. Suele ser necesario la coordinación de varios especialistas (periodoncista, cirujanos maxilofaciales, ortodoncista, implantólogo…) para plantear una estrategia multidisciplinar y mejorar la estética y la funcionalidad de los dientes.
Un paciente que sufre periodontitis, antes de iniciar la ortodoncia, debe recibir tratamiento periodontal para estabilizar los tejidos de soporte del diente.
La enfermedad periodontal es una de las patologías dentales más frecuentes entre los adultos. Afecta a todos los tejidos de soporte de los dientes; encía, hueso y ligamento periodontal, complicando el tratamiento de ortodoncia. El tratamiento periodontal se llevará a cabo antes, durante y después del tratamiento de ortodoncia para lograr un buen resultado y duradero en el tiempo. Así, siguiendo las indicaciones del especialista, se podrá hacer un tratamiento de ortodoncia con seguridad a los pacientes que presentan un periodonto de inserción escaso, pero que está sano.
Para completar el diagnóstico del paciente y realizar un buen plan de tratamiento es necesario la toma de los siguientes registros: modelos de estudio, fotografías faciales e intraorales, radiografías (panorámica y teleradiografía) y realizar un estudio cefalométrico.
Cuando se quitan los aparatos los dientes tienen cierta tendencia a moverse y volver a su posición inicial (recidiva). La boca, al igual que el resto del organismo, está siempre en un proceso dinámico de evolución y movimiento. Si queremos mantener los resultados del tratamiento de ortodoncia, debemos hacerlo de manera artificial, con aparatos sencillos de retención y acudiendo a las citas programadas de revisión.
Hay pacientes que tienen las muelas del juicio en una situación desfavorable y es conveniente extraerlas para evitar el movimiento indeseado del resto de la dentición.
Para que el tratamiento de ortodoncia se desarrolle correctamente, es necesario mantener una correcta higiene bucodental y evitar que los aparatos sufran alguna deformación y/o fractura.
CUIDADOS HIGIENICOS: Durante el tratamiento es importante llevar una higiene dental muy cuidadosa. Después de las comidas hay que cepillarse los dientes, prestando especial atención a la zona junto a la encía. Se debe usar pasta con flúor y cambiar de cepillo regularmente, los cepillos interproximales serán de gran ayuda. También es conveniente realizar enjuagues con colutorios específicos.
CUIDADOS APARATOS REMOVIBLES: Los aparatos también necesitan de una cuidadosa higiene y mantenimiento. Para evitar pérdidas o daños en el aparato, siempre hay que guardarlos en la caja que le proporcionará la clínica.
CUIDADOS DE LOS APARATOS FIJOS: Hay que evitar los alimentos duros y pegajosos que pueden despegar, fracturar o deformar los aparatos, lo que provocaría que los dientes se movieran incorrectamente. Ciertos tipos de alimentos deben ser partidos fuera de la boca. Los pacientes con aparatos estéticos deben intentar controlar el consumo de sustancias que puedan teñirlos.
El personal de la clínica le dará las indicaciones oportunas junto con un kit de inicio de ortodoncia, y resolverá todas sus dudas sobre el mantenimiento y cuidados durante el tratamiento.
La endodoncia es el tratamiento de los conductos radiculares del diente, con el fin de conservar el diente de forma natural mediante la extirpación del tejido pulpar “el nervio” , como consecuencia de caries, enfermedad periodontal o traumatismo dental entre otros.
Siempre que realizamos una endodoncia puede ocurrir que haya unos días de dolor por la propia intervención en el diente.. Lo trataremos con los analgésicos y antiinflamatorios que paute el odontólogo.
Siempre que haya flemón, la cara se hinche, haya absceso, es decir, salga pus, deformidad facial o simplemente haya mucho dolor con frío, calor o de forma espontánea.
Normalmente se suele hacer en una sesión y suele ser entre 45-60 min de sillón en la clínica.
Hay veces que si el diente esta en muy mal estado necesitamos dos citas de 45 minutos de duración aproximadamente cada una de ellas.
No, siempre empleamos anestesia tópica y local y lo suplementamos con la medicación oportuna de analgésicos, antiinflamatorios o antibióticos si procede.
La falta de un diente nos produce alteraciones en la masticando más por el lado donde no hay falta de dientes y esto nos llevará a un mayor desgaste y carga articular. También se producirá un movimiento en las piezas dentales que rodean al hueco, inclinándose y cerrando el espacio. Esta migración hará que en los dientes de alrededor se abran espacios interdentales, creándose contactos muy amplios con retención de alimentos , formación de caries y mayor acúmulo de sarro.
Para evitar estas complicaciones la recomendación es reponer la pieza perdida lo antes posible. Esto nos evitará mayores trabajos y coste futuros debidos a las reabsorciones de hueso que se producirán con el paso del tiempo y que nos obligarán a realizar tratamientos más complejos.
Cuando un paciente fumador está pensando en ponerse implantes debe saber que el porcentaje de fracasos es mayor en estos casos. El tabaco afecta la osteointegración de los implantes, y disminuye la aportación sanguínea a encías y hueso, alterando las características de los tejidos blandos y retardando por tanto la cicatrización y favoreciendo las infecciones.
¡Querer mejorar tu salud bucodental es una muy buena motivación para dejar de fumar!
Todas las personas que han perdido uno o varios dientes son candidatos a un tratamiento rehabilitador con implantes, y son muy pocos casos en los que los implantes puedan no estar indicados. No obstante es importante hacer un diagnóstico exhaustivo previo del paciente candidato a implantes. Será muy importante su historial médico, si el paciente es fumador… Habrá que hacer un estudio de la cantidad y calidad del hueso de la zona a tratar con estudios radiográficos, CBCT, TAC… Si no existe hueso para colocar el implante existen técnicas avanzadas quirúrgicas de regeneración que nos permiten la colocación de los mismos acondicionando durante o previamente la situación ósea de la zona a tratar.
La edad mínima son los 18 años, pero realmente debemos esperar hasta que el crecimiento del paciente se haya completado. Si se coloca demasiado pronto un implante sin haber finalizado el desarrollo facial cabe la posibilidad de conseguir resultados estéticos desfavorables, por eso la recomendación es esperar en estos casos a los 23-25 años de edad .
No existe una edad máxima recomendada para la colocación de implantes. Pero hay que tener en cuenta por encima de todo la salud general del paciente, medicación que toma, enfermedades que padezca o riesgos quirúrgicos que puedan derivarse.
La ciencia ha demostrado que el cepillo eléctrico elimina mayor cantidad de placa dental pero podemos decir que cuando se utilizan correctamente durante el tiempo adecuado (de 2 a 3 minutos) ambos son eficaces para una correcta higiene bucal. Si te decides por un cepillo eléctrico recomendamos que tenga sensor para evitar realizar una presión excesiva.
En general la respuesta es SÍ. Una buena salud de la boca repercute en una buena salud en general por lo que es aconsejable atender aquellos posibles problemas que puedan surgir durante el embarazo. Especialmente el segundo trimestre es el ideal para llevar a cabo los tratamientos necesarios y, en todo caso, debemos evitar los rayos X siempre que sea posible.
¡NO! Una encía sana nunca debe sangrar si bien es cierto que en algunos casos, y puntualmente, puede existir un sangrado espontáneo o al cepillarse, por ejemplo durante el embarazo, en los días previos a la menstruación o como efecto de algunos medicamentos.
Por lo general se debe a un estado de stress que se manifiesta de manera consciente o inconsciente, diurno o nocturno, y apretando y/o rechinando los dientes. En ocasiones es transitorio y no provoca síntomas, pero cuando se hace crónico puede llevar al desgaste de los dientes, dolores de músculos o de la articulación de la boca, e incluso en algunos casos asociarse a dolores de cabeza, oídos y/o cuello.
Muchos padres nos preguntan si el uso del chupete puede perjudicar la boca de vuestro hijo. El hábito del chupete puede tener efectos perjudiciales más allá de los 3 años ( mordida abierta anterior, alteraciones en los maxilares y en la musculatura orofacial …).
Los efectos del chupete son REVERSIBLES si a edad temprana quitamos en el hábito, y eso dependerá de la edad del niño, de la frecuencia, intensidad y horas de uso del chupete.
Al corregir este hábito hay que tener cuidado que no se inicien en otros como puede ser la SUCCIÓN DIGITAL (“chuparse el dedo”).
Hay mucha variación entre uno niño y otro. El primer diente suele aparecer sobre los 6 meses y sobre los 2 años aproximadamente suelen tener ya sus 20 dientes temporales. Los niños en esta etapa pueden tener encías enrojecidas, aumento de babeo, pérdida de apetito… siendo todos estos síntomas normales. Estos dientes deben cuidarse desde el inicio con una buena higiene y dieta. Aunque sean “temporales”, son de vital importancia para evitar problemas en el desarrollo posterior y en los futuros dientes definitivos.
Nuestra recomendación es hacer esta primera visita en torno a los 2-3 añitos. Se hará una valoración de riesgo de caries del niño, y sobre todo daremos pautas preventivas en cuanto a alimentación, higiene y hábitos. Así desde pequeños comienzan una toma de contacto con el entorno de la clínica y los profesionales, creando un vínculo familiar que ayuda a que los niños vengan encantados a enseñar sus dientes. Quitamos así los futuros miedos a lo no conocido o no visto en torno al dentista.
Algunas veces escuchamos que no es importante solucionar las caries en los dientes de leche porque se cambiarán por unos definitivos. Pues no, es un gran error, las caries de los dientes de leche pueden perjudicar la correcta erupción de los dientes definitivos, además estas caries suelen progresar muy rápido y los dientes de leche tienen su importancia para masticar y pronunciar correctamente, así que es muy importante instaurar los tratamientos que el odontólogo le recomiende para mantener estos dientes en boca hasta que toque hacer su recambio.
Los selladores de fisuras son un tratamiento preventivo que consiste en rellenar con un material las fosas y fisuras de los dientes con el fin de dejar una superficie lisa que no retenga la placa y le sea más fácil higienizar, disminuyendo así el riesgo de caries. Debe realizarse en aquellos niños con alto riesgo de caries y normalmente suele ser habitual el realizarse en los primeros molares definitivos, a los 6 años.
Es muy importante controlar dichos selladores en las revisiones porque tener un sellador NO va a evitar al 100 % el tener futuras caries si no se acompaña de otras medidas a nivel preventivo: una correcta alimentación, una buena higiene y el uso de flúor.
Información básica sobre Protección de Datos
Responsable: OPORTO DENTAL, S.L.P. Finalidad: Dar respuesta a las consultas y/o gestión de citas. Envío de información comercial sobre productos y servicios ofrecidos por el responsable. Legitimación: Consentimiento del interesado. Destinatarios: No se cederán datos a terceros, salvo obligación legal. Derechos: Tiene derecho a acceder, rectificar y suprimir los datos, así como otros derechos, como se explica en la información adicional